
Cómo Usar las Pausas al Hablar en Público
El buen uso de las pausas es fundamental para la comprensión del lenguaje hablado. Además, sirve para resaltar los puntos principales. Si deseas dirigirte a un público con elegancia y fluidez, es de suma importancia que aprendas cómo dar buen uso a las pausas.
La música es agradable no solo por el sonido, sino por las pausas entre las notas. Sin la variación entre el sonido y el silencio, no habría ritmo.
Importancia de las Pausas en la Oratoria
Ya sea que estés pronunciando un discurso o conversando con alguien, si no introduces pausas oportunas al hablar, quizá no se capte tu mensaje y parezca que hablas de forma atropellada y confusa. El empleo correcto de las pausas aporta claridad al lenguaje y permite enfatizar los puntos principales, de modo que calen hondo en el público. Un ejemplo de lo que puede pasar si no hacemos bien las pausas en nuestras oraciones:
Rosa, te llama Pedro.
Rosa te llama, Pedro.
Tipos de Pausas
Pausas de Transición
Son las que hacemos para pasar de un punto principal al siguiente. Una breve interrupción dará al auditorio la oportunidad de reflexionar en lo dicho, asimilarlo, captar el cambio de dirección y entender el siguiente punto con mayor claridad. Hacer un silencio entre dos ideas es tan importante como bajar el paso al doblar la esquina para pasar de una calle a otra. Muchas veces, algunos oradores hablan precipitadamente, sin pausas entre las ideas, porque tratan de abarcar demasiada información.
Si vas a pronunciar un discurso valiéndose de un esquema, organiza este de manera que sea obvio dónde introducir una pausa entre dos puntos principales. En el caso de un discurso leído, haz marcas en los lugares donde se produce el cambio de una idea central a otra. Las pausas de transición serán, por regla general, más prolongadas que las relacionadas con la puntuación, pero no tanto que el discurso se vuelva tedioso. Si las haces demasiado largas, dará la impresión de que no te has preparado bien y no sabes cómo continuar.
Para saber por qué la improvisación en la oratoria tiene varias ventajas , lea el artículo «Técnicas de la oratoria: La Improvisación.»
Pausas de Énfasis
Las pausas que preceden o siguen a una afirmación o pregunta pronunciada con mayor intensidad sirven para dar énfasis, a menudo de forma impactante. O bien crean expectación por lo que sigue. Determina cuál de los dos efectos deseas lograr. Ten presente, sin embargo, que tales pausas deben limitarse a las afirmaciones de verdadera importancia; de lo contrario, estas últimas perderán su valor.
Pausas Exigidas por las Circunstancias
De vez en cuando ocurren diversas circunstancias que obligan a interrumpir la exposición. En una exposición o discurso, si el ruido es muy fuerte, puedes elevar la voz y proseguir; pero si es intenso y prolongado, debes detenerte, ya que el auditorio no te prestaría atención de todas formas. Así pues, válgete de los silencios para ayudar a tus oyentes a obtener pleno provecho de la valiosa información que pretendes transmitirles.
Pausas que Invitan a Responder
Cuando hagas preguntas que inducen a tus oyentes a reflexionar, tienes que hacer una pausa lo bastante larga para que tu auditorio se conteste mentalmente la cuestión que tú has planteado. Si no haces ese silencio, gran parte del beneficio de la pregunta se perderá. Naturalmente, no solo hay que hacer silencios cuando se está pronunciando un discurso o una exposición, sino también hay que cultivar este aspecto de la oratoria al tener conversaciones con las personas.
Para que haya conversación, es necesario que se intercambien ideas. Los demás se sentirán más inclinados a escucharte si tú los escuchas a ellos y te interesas por lo que dicen. Por eso, haz pausas de duración suficiente para que puedan expresarse.
Si desea saber cómo son las preguntas tan eficaces, lea el artículo “Uso de las preguntas al hablar en público»
Cómo Dominar el Uso de las Pausas
- Al leer, fíjate bien en la puntuación. Lea el artículo “Como Leer Bien y Rápido«
- Escucha a los buenos oradores y observa dónde sitúan las pausas y cuánto duran estas.
- Cuando digas algo que desees que se recuerde, haz una pausa para que cale hondo en tu auditorio.
- Al conversar con otra persona, pide su opinión y escucha su respuesta.
Una pausa es un momento de silencio y, como bien se ha dicho, el silencio rompe la monotonía, da énfasis, atrae la atención y es agradable al oído. Por eso, el empleo adecuado de las pausas es todo un arte. Cuando se hace buen uso de ellas, las ideas se transmiten con mayor claridad y se recuerdan por más tiempo.
0 comentarios